Créditos
Me gustaría agradecer en primer lugar a Lino Patalano que siempre va adelante y construye todas nuestras fantasías.
A Carlos Tarrío que tuvo la garra de volar para armar nuestro maravilloso «Eladia Quiero!» cuyas canciones conforman este cd.
A Pichón Dal Pont, que esta desde siempre y me cuida para siempre.
A Ale Devries por su talento y creatividad.
A todos los músicos que participaron, a los actores y bailarines, director y coreógrafa de «Eladia Quiero!»… ya lo repetiremos.
A Luciano Rodofili, siempre atento, ingenioso y creativo.
A Ale Vázquez y María González… gracias!
A toda la gente del Teatro Maipo que me hizo y hace sentir en mi casa. mimada y cuidada.
Finalmente gracias a Eladia, porque no solo compuso estas maravillas, sino que honró su vida siendo siempre consecuente con sus palabras.
Gracias!
Arreglos y dirección musical: Alejandro Devries // Piano, bombo y guitarra: Alejandro Devries // Bandoneón: Eleonora Pereyra // Cello: Patricio Villarejo, Eugenia Castro en «Honrar la Vida» // Contrabajo: Juan Lozoviz // Batería y percusión: Ezequiel Díaz // Guitarra en «Honrar la vida»: Nicolás Sánchez // Coros en «La Mirada»: Ale Devries, Vane Mihanovich, Ma. Eugenia Allende y Sol Mihanovich // Arreglos musicales en «Prohibido Prohibir» y «Si Somos Gente»: Leo Sujatovich
Grabado, mezclado y masterizado por «Pichón» Dal Pont en Tronador Studio en agosto, septiembre y octubre de 2008 // Asistente de grabación: Javier Anillo
Las fotografías pertenecen al espectáculo «Eladia Quiero» estrenado el 18 de septiembre de 2008 en el Teatro Maipo de Buenos Aires // Fotos: Rosana Sartoris, Claudio Esses // Fotos tapa y contratapa: María González, Lujan Islas (www.oniricaimagen.com) // Peinado: Mario Henández para Terapia // Diseño gráfico: Pablo Bologna // Edición de video: Daniel García, Gastón Fernández // Realización de video: Luciano Redofili // Asesora de imagen: Mónica Mendoza
Producción Artística: Lino Patalano
Producido por: Gustavo «Pichón» dal Pont, Sandra Mihanovich, Ale Devries
Letras
Hay que mirar, aprender a considerar
Y también saber aguzar, la mirada fina
Brota el rosal, desparrama luz y color
Pero algunos miran la flor, y otros las espinas.
Todo depende de la mirada
Lo poco parece mucho
Y a veces lo mucho es nada
No hay que endiosar, al dinero no hay que endiosar
Si al amor no puede comprar ni a una dulce siesta.
La soledad del que tiene es más soledad
Porque vale más de verdad, lo que nada cuesta.
Todo depende de la mirada
Lo poco parece mucho
Y a veces lo mucho es nada
La copa está, solo apenas por la mitad
Pero tu, que felicidad… No la vez vacía,
Vuelve a mirar, imagina y vuelve a pensar
Que te puedes emborrachar, pero de alegría.
Esta ciudad está embrujada, sin saber…
Por el hechizo cautivante de volver.
No sé si para bien, no sé si para mal,
Volver tiene la magia de un ritual.
Yo soy de aquí, de otro lugar no puedo ser…
¡Me reconozco en la costumbre de volver!
A reencontrarme en mí, a valorar después,
Las cosas que perdí… ¡La vida que se fue!
Llegué y casi estoy, a punto de partir…
Sintiendo que me voy, y no me quiero ir.
Doblé la esquina de mi misma, para comprender,
¡Que nadie escapa al fatalismo de su propio ser!
Y estoy pisando las baldosas,
¡Floreciéndome las rosas por volver…!
Esta ciudad no se si existe, si es así…
¡O algún poeta la ha inventado para mí!
Es como una mujer, profética y fatal
¡Pidiendo el sacrificio hasta el final!
Pero también tiene otra voz, tiene otra piel;
Y el gesto abierto de la mesa de café…
El sentimiento en flor, la mano fraternal
Y el rostro del amor en cada umbral.
Ya sé que no es casual, haber nacido aquí
Y ser un poco así… triste y sentimental.
Ya sé que no es casual, que un fuelle por los dos,
Nos cante el funeral para decir… ¡Adiós!
Decirte adiós a vos… ya ves, no puede ser.
Si siempre y siempre sos, ¡una razón para volver!
Siempre se vuelve a Buenos Aires, a buscar
Esa manera melancólica de amar…
Lo sabe sólo aquel que tuvo que vivir
Enfermo de nostalgia… ¡Casi a punto de morir!…
Miremos este espejo bruñido y reluciente
Sin el engrupe falso de una mentira más…
Y vamos a encontrarnos con toda nuestra gente
Mirándonos de frente sin ropa y sin disfraz…
Con toda nuestra carga pesada de problemas
Hagamos un teorema de nuestra realidad…
¡Perdamos todo el vento, la torre y el «alfil»!
¡En este «escrachamiento», de frente y de perfil!
¡Como somos!…
Sensibleros, bonachones
Compradores de buzones por creer en el amor.
¡Como somos!…
Con tendencia al melodrama
Y a enredarnos en la trama por vivir en la ficción.
¡Tal como somos!…
Como un niño acobardado con el andador gastado
Por temor a echarse a andar…
Chantas.. Y en el fondo solidarios,
Más al fondo muy otarios y muy piolas más acá…
¡Vamos…! aprendamos pronto el tomo
De asumirnos como somos o no somos nunca más.
¡Nos gusta hacer las leyes, después crear la trampa
Tirando por la «rampa» las tangas a rendir,
Cargar a voz en cuello, y protestar bajito
Prefabricando mitos para poder vivir!
Nos gusta sobre todo comer a dos carrillos
Rociando con tintillo la gris preocupación,
Y así mancomunados hacemos con unción
El culto más sagrado… a la manducación.
Que caro hay que pagar, el precio de vencer,
Mentir para ganar, ganar para perder,
Tranzar con lo pequeño, dócilmente,
Y avanzar sin preocuparnos, si pisamos a la gente.
No permitir jamás, que nuestro corazón,
Nos marque un paso atrás, nos haga una traición,
Se ha atado con candado la decencia,
Y esperar las consecuencias, sin decir que no.
Cual es el precio, callado y necio,
Que hay que pagar para vencer,
Salvar el cuero, golpear primero,
Ganando siempre, no importa a quién,
Cual es el precio?, matar la rosa,
Trampear las cosas y la ley,
Tirarse al humo si en el consumo,
Cualquier chantún es rey.
Que caro hay que pagar, el precio de vencer,
Dejarse manosear, venderse por comer,
Pactar con lucifer, de enero a enero,
Y dejar ahogado un grito, en el fondo del tintero,
Y continuar sin más, que tu ambición en pos,
Porque el que viene atrás, te va empujando a vos,
Dormir en una almohada sin conciencia,
Deshojando la inocencia y burlando a Dios.
En el medio de este «mambo» y el delirio más profundo…
El cartel de primer mundo, nos vinieron a colgar.
Tan grotesco es el absurdo, tan inmundo está el chiquero
Que mirando el noticiero, ¡me reí por no llorar!
Todo el mundo está en el oro, dado vuelta de la nuca
¡Nos vendieron hasta el loro, la altivez, la dignidad!
No terminan de asombrarnos, y es tan grande el desatino…
Que a la leche y hasta el vino, hoy por hoy…
¡Les tenés que desconfiar!
Y me duele que sea cierto… Con dolor del más profundo.
Porque si esto es primer mundo, ¿éste mundo dónde está?
Si parece la utopía de un «mamao» voy a hacértela bien corta…
¡Se afanaron con la torta, el honor y la verdad!
Nos están pudriendo el aire, nos cambiaron el idioma,
Hoy la «caca» de paloma es más limpia que el honor.
¡La justicia ya sin venda a un corrupto le hace un guiño,
Y acomoda el desaliño, del poder y del favor!
En un loco «todo vale», un caniche acicalado
«morfa» más que un jubilado que no llega a fin de mes.
Y en la cruda indiferencia, entre el cólera y el «curro»…
Hay un juez que se hace el «burro» y también…
¡Hay un burro que hacen juez!.
Y me dan por la cabeza… y al momento ni me acuerdo.
Sigo mansa, sigo lerda, siempre igual.
Convencida y obstinada en el bien y la nobleza.
¡Y me dan por la cabeza, y me la vuelven a dar!
Yo no sé si esto es sublime, yo no sé si soy un tonta,
Siempre lista, siempre pronta a entregarme a los demás…
A confiar en los amigos, a creer en los amores,
Y en los peces de colores y ¡en la Paz Universal!
¡Qué buena fe…!
Que Dios me ha dao.
¿Y para qué?…
Me han estafao.
Estoy más sola que un buzón en una esquina,
Más aplastada que una sardina…
¡Decime, che!… ¿De que sirvió?…
La buena fe que Dios me dio.
Ya no sé si me quisieron, pero cuando quise mucho
Me pasaron el serrucho… ¡Qué maldad!
Cuando más necesitaba esa luz de la ternura,
Me dejaron bien a oscuras masticando soledad.
Y lo mismo no escarmiento, si me engañan yo no miento
Pero a mí me hacen el cuento del amor y la amistad.
Y por eso de cariño, tengo secos los bolsillos…
Y una marca en el orillo de gilita nacional.
Nací en un barrio donde el lujo fue un albur,
Por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
Las manos limpias, el alma buena.
Y en esa infancia, la templanza me forjó,
Después la vida mil caminos me tendió
Y supe del magnate del tahur,
Por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi barrio fue una planta de jazmín,
La sombra de mi vieja en el jardín,
La dulce fiesta de las cosas más sencillas
Y la paz en la granilla de cara al sol…
Mi barrio fue mi gente que no está
Las cosas que ya nunca volverán
Si desde el día que me fui, con la emoción y con la cruz
Yo sé que tengo el corazón mirando al sur
La geografía de mi barrio llevo en mí,
Será por eso que del todo no me fui:
La esquina, el almacén, el piberío
Los reconozco… son algo mío…
Ahora sé que la distancia no es real
Y me descubro en ese punto cardinal
Volviendo a la niñez desde la luz,
Teniendo siempre el corazón mirando al Sur…
Plata fina y reluciente y oro puro si los hay…
En el alma de la gente, de Argentina y Uruguay
No nos separa el río, no nos separará.
Somos un desafió para nuestra libertad…
Todo nos une y ata, viene de tradición
Dos orillas en el Plata, pero un solo corazón.
Viva la naturaleza, que nos dio tanta virtud
Dos orillas que se besan en las márgenes del sud.
Hay una sola luna, hay una sola voz
Cómo elegir a una si queremos a las dos
Tumba el candombe tumba, tumba carancunté
El candombe y tango tumban
Y retumban su porqué… el candombe y tango tumban, son son…
Dos orillas en el Plata, pero un solo corazón.
Aunque el mundo esté cambiando
Hoy vivir no sea un tour
Seguiremos navegando,
Juntos en el mismo sur.
Desde chico ya tenía en el mirar
Esa loca fantasía de soñar,
Fue mi sueño de purrete
Ser igual que un barrilete
Que elevándose entre nubes
Con un viento de esperanza, sube y sube.
Y crecí en ese mundo de ilusión,
Y escuché sólo a mi propio corazón,
Mas la vida no es juguete
Y el lirismo en un billete sin valor.
Yo quise ser un barrilete
Buscando altura en mi ideal,
Tratando de explicarme que la vida es algo más
Que darlo todo por comida.
Y he sido igual que un barrilete,
Al que un mal viento puso fin,
No sé si me falló la fe, la voluntad,
O acaso fue que me faltó piolín.
En amores sólo tuve decepción,
Regalé por no vender mi corazón,
Hice versos olvidando
Que la vida es sólo prosa dolorida
Que va ahogando lo mejor
Y abriendo heridas, ¡ay!, la vida.
Hoy me aterra este cansancio sin final,
Hice trizas mi sonrisa de cristal,
Cuando miro un barrilete
Me pregunto: ¿aquel purrete donde está?.
Vení… charlemos, sentate un poco.
La humanidad se viene encima.
Ya no podemos, hermano loco
Buscar a Dios por las esquinas…
Se lo llevaron, lo secuestraron
Y ¡nadie paga su rescate!
Vení que afuera está el turbión,
De tanta gente sin piedad
De tanto ser sin corazón.
Si a vos te duele como a mí…
La lluvia en el jardín y en una rosa.
Si te dan ganas de llorar,
A fuerza de vibrar, por cualquier cosa.
Decí qué hacemos vos y yo
Qué cosa vos y yo sobre este mundo.
¡Buscando amor en un desierto
Tan estéril y tan muerto
Que no crece ya la flor!
Vení… charlemos, sentate un poco.
¡No ves que sos mi semejante!
A ver probemos, hermano loco
Salvar el alma cuanto antes.
Es un asombro, tener tu hombro
Y es un milagro la ternura…
¡Sentir tu mano fraternal!
Saber que siempre para vos…
¡El bien es bien y el mal es mal!.
¿Cómo fue?… ¿pero cómo fue?…
¿Cómo estoy de pie? Sin temblar…
¿Qué pasó?… No nos vimos más…
Mi reloj se ha detenido en la muñeca.
¿Dónde estás? ¿Dónde está tu ardor,
Tu cariño en flor?… ¿Dónde está?…
Vuelve a mí, que no hay bien mayor,
¡Que vivir un gran amor!
Cualquiera de estas noches voy a entrar por tu balcón…
¡Para saquearte el alma y robar tu corazón!
Sin puertas ni ventanas tu ternura y mi ansiedad,
Tus ganas y mis ganas ¡con qué ganas se amarán!
Cualquiera de estas noches con los besos sin usar,
Le contaré a tu boca cuanto amor le quiero dar…
Cualquiera de estas noches voy a entrar por tu balcón
¡Para saquearte el alma y morirme de pasión!
Sé muy bien… Te conozco bien,
Que no existe quien. Sólo yo…
Pero igual, sos tan especial
Morirías por mostrar que ya no existo.
Pero ven… que a mi loca sed
No se dice fue… sin sufrir.
Vuelve a mí, que no hay bien mayor
¡Que vivir un gran amor!.
No supe hasta el momento de vivir con un costado
Tan sólo con el lado que tendré para seguir
Que fuiste como el modo de resumir mi todo
Tu adiós es la tristeza que no puedo dividir
Después de la simbiosis que lograron nuestras almas
Y aquella rara alquimia que también se dio en la piel
Me duele este momento como un desgarramiento
Y hay algo mío adentro que se fue
Amor no estoy despierto
Decime que no es cierto
Quisiera estar soñando con otra realidad
En este desconcierto
Mi cielo se ha cubierto
Y sé que se me ha muerto la mitad
Me falta Justo el lado
Tu parte y el costado
Que nunca nadie más podrá llenar
Cómo ocupar con nada ese hueco de tu almohada
Quien puede ya sentarse en el que fuera tu lugar
El drama y la comedia voy a vivir a medias
Tendré que transcurrir sin tu mitad.
¡No! Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
¡Ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
Tanta conciencia sin saber
Adormecida…
Merecer la vida no es callar y consentir,
Tantas injusticias repetidas…
¡Es una virtud, es dignidad!
Y es la actitud de identidad ¡más definida!
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir…
¡Honrar la vida!
¡No! Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
¡Honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad,
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical,
Más allá del mal, de las caídas…
Es igual que darle a la verdad,
Y a nuestra propia libertad
¡La bienvenida!…
Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que vivir…
¡Honrar la vida!.
A pesar de todo, me trae cada día
La loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas,
Me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo me llueven luceros,
Invento un idioma diciendo… ¡Te quiero!
Un sueño me acuna y yo me acomodo
Mi almohada de luna, a pesar de todo.
A pesar de todo, la vida que es dura
También es milagro, también aventura.
A pesar de todo irás adelante,
La fe en el camino será tu constante.
A pesar de todo, dejándola abierta,
Verás que se cuela el sol por tu puerta.
No hay mejor motivo si encuentras el modo
Que sentirte vivo, a pesar de todo.
A pesar de todo, ¡Que dulce tibieza!,
Acechar tus pasos, tendida en la mesa.
A pesar de todo, el mágico asombro
De un beso y dos alas creciendo en mis hombros.
A pesar de todo ¡Ah! la fantasía
Tejiéndonos sueños de amor y poesía.
Ciegos delirantes, esquivando el lodo,
Vamos adelante… ¡A pesar de todo!
A pesar de todo, estoy aquí puesta
Los pájaros sueltos y el alma de fiesta.
A pesar de todo me besa tu risa
Y el duende y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan en la plaza.
A pesar de todo la vida ¡Que hermosa!,
Siempre y sobre todo de todas las cosas
Te hiciste un sol de barrilete
Y lo encaraste rumbo al sur
Tras el bolero y el fandango
Un nuevo tango salió a la luz…
Cantaste “pido” y te me fuiste
Busqué en el barrio y no te vi
Con tu camisa de cuadritos
Las “championcitas”, y el gastado “jean”.
Dale…alcemos la bandera
Que hay una estrella nueva
Mirando a Buenos Aires…
Vamos, que canten los que sepan
Que todo lo que hiciste
No venga y te lo gaste un gil cualquiera…
Somos tus fieles semejantes
El coro que dejaste
Sin la primera vez…
Vamos, que arriba empieza el truco
Piazzolla con Pichuco
Discepolín y vos.
No se puede prohibir, ni se puede negar
El derecho a vivir, la razón de soñar…
No se puede prohibir, el creer ni el crear,
Ni la tierra excluir, ni la luna ocultar…
No se puede prohibir, ni una pizca de amor,
Ni se puede eludir que retoñe la flor…
Ni del alma el vibrar, ni del pulso el latir,
Ni la vida en su andar… No se puede prohibir.
No se puede prohibir, la elección de pensar
Ni se puede impedir, la tormenta en el mar…
No se puede prohibir, que en un vuelo interior
Un gorrión al partir, busque un cielo mejor…
No se puede prohibir, el impulso vital,
Ni la gota de miel, ni el granito de sal…
Ni las ganas sin par, ni el deseo sin fin
De reír, de llorar, no se puede prohibir.
No se puede prohibir, el color tornasol
De la tarde al morir, en la puesta de sol.
No se puede prohibir, el afán de cantar,
Ni el deber de decir lo que no hay que callar…
Sólo el hombre incapaz de entender, de sentir
Ha logrado, al final, su grandeza prohibir,
Y se niega el sabor y la simple verdad,
De vivir en amor y en total libertad…
Si tuviese el poder de poder decidir…
Dictaría una ley… ¡Es prohibido prohibir!.
Limpias las manos alta la frente.
Atreverse, atreverse
a mirar por dentro las propias culpas
sin absorbieres
Hay que atreverse
Con los que lucran con nuestro esfuerzo
nos pisotean como a un escuerzo
Hay que atreverse, (atreverse)
Con todo aquello que nos jeringa
con los tilingos y las tilingas
Hay que atreverse (atreverse)
Con la ambición y con la codicia
de los que mercan con la justicia
con los corruptos a menos llenas
y el desencanto de tanta pena
hay que atreverse (atreverse)
Para que el mal no se haga costumbre
sin someterse a la podredumbre
y poder aliviar en calma
toda la angustia de tantas almas
Hay que atreverse
(Con la mentira)
Y con la gente que la respira
No nos importe que en esta fiesta
los trepadores suban la cuesta
porque al final estará en la cresta
sólo el que sepa tener las cosas que
hay que tener
pero muy bien puesta.
Atreverse
Con el cariño, con la ternura, llena de mocos
de las caretas de tantos niños
y con los sueños de tantos locos
Hay que atreverse y valorarse
para quererse y ennoblecerse sin
desangrarse
Con el auxilio de la memoria
tal vez podamos cambiar la historia
Limpias las manos, alta la frente
por ser humanos, hay que atreverse
si somos gente, si somos gente