Sandra en “Málaga al Día” – España

Sandra Mihanovich en Málaga

Sandra Mihanovich presentó su gira “Soy lo que soy – Europa 2025” y colmó la sala Cochera Cabaret

La cantante argentina visitó Málaga y dio un concierto único que no solo agotó las entradas rápidamente, sino que emocionó a sus seguidores con un nostálgico repaso de sus mejores canciones. Hoy se presenta en Madrid, el 4 de octubre en Liverpool y el 7 de octubre en Londres.

Las luces del escenario de la sala Cochera Cabaret se encendieron y el lugar íntegro se iluminó para que Sandra Mihanovich con su imponente voz, inicie su concierto con “Todo brilla”, una de las canciones que justamente más la hizo brillar en la década del 90, y que hoy perdura en el recuerdo de muchos. En el lugar no entraba una persona más, todas las butacas estaban ocupadas y la gente cantó junto a la artista, para iniciar lo que se intuía que iba a convertirse, en una celebración de sentimientos compartidos.

“Es una alegría enorme estar aquí en la maravillosa Málaga” —dijo a su público, en mayoría argentino, la cantante— “Esta noche vamos a cantar todos juntos temas de todas las épocas, y  vamos a ir desgranando todas esas canciones, que nos fueron acompañando durante tantos años”.

Viajando todavía más atrás, empezó a sonar “Me contaron que bajo el asfalto”, canción que habla sobre un mundo subterráneo imaginario, mucho mejor al que conocemos, y que Sandra lanzó en 1982 junto a su álbum Puerto Pollensa.

Creando un clima de complicidad, de charla amena en un café con amigos; Sandra volvió a hablar con su gente y les contó que conoció a tres de sus músicos en un pueblito muy pequeño de Uruguay, llamado San José. Se trata del bajista Ale Stabile, el baterista Roberto Rodini y el guitarrista Beto Bob Fassani, quien vive en Inglaterra, y que invitó a Sandra a cantar en The Cavern, el lugar donde por primera vez tocaron The Beatles.

A partir de esa invitación empieza a nacer la gira “Soy lo que soy – Europa 2025”.  La ruta  comenzó el 24 de septiembre en Barcelona. Luego siguió el 25 por Alicante, el 27 por Valencia y el 30 en Málaga en la sala Cochera Cabaret. Ahora 1ero de octubre se presentan en Madrid en Sala Villanos, el 4 en París en Pan Piper, el 5 en The Cavern Club en Liverpool y el 7 de octubre en Londres en el Bush Hall.

Luego la cantante continuó contando todo lo que le gustó de Málaga, haciendo hincapié en unos sabrosos boquerones que probó y que no pudo parar de dejar de comer. En un momento su hermano, el tecladista Iván Vane Mihanovich, quien también ella confesó, que era su compañero y cómplice de toda la vida, la interrumpe y pregunta si están en un stand up, bromeando por todo lo que estuvo hablando su hermana.

Empiezan a sonar los primeros acordes de “Cómo el juez a la verdad” y con dulzura y fuerza a la vez, cantó la romántica melodía que enamoró a más de una, de las tantas parejas que acudieron al espectáculo. Después siguieron “Sin tu amor”, “Algo está sucediendo” y “Quéreme”, para cerrar esta primera página de un concierto rebalsado de romanticismo puro, al límite de sentir el deseo metafórico, de cortarse las venas por un desengaño amoroso.

En otro momento de charla, la artista compartió la dicha de su 50 aniversario con la música el próximo año, y recordó que en 1976 su primer trabajo fue en una publicidad de cigarrillos. Anécdota que sirvió de perfecto prólogo, para cantar la canción que inició el camino de su vida: “Falta poco tiempo”

Otro recuerdo salió a flote al cantar el tema “Quéreme, tengo frío” de la novela Piel Naranja que protagonizó su amiga de toda la vida y colega Marilina Ross, quien luego de terminar su trabajo, debió exiliarse en España por la violencia, crímenes y persecución que se vivía en la Dictadura Argentina.  

Las luces se apagaron, empezó de nuevo la música y la frase “Vuela bajo porque abajo está la verdad” retornó a los corazones de todos. La vieja canción del gran Facundo Cabral sonó en el lugar, pero esta vez más vehemente y reveladora en la voz de Sandra.

De repente, un hombre del público le pidió a la cantante que le dedique una canción a su mujer en el 40 aniversario de su matrimonio, y con su forma afectuosa de ser que la caracteriza, les dedica “Como el padre sol” a la feliz pareja.

Sobre el escenario, la artista continuó haciendo viajar a su gente por un recorrido nostálgico de baladas perennes que retratan historias en su mayoría de desamor. “Todo me recuerda a ti”, “Es la vida que me alcanza”, “Mil veces lloro” del cantautor Alejandro Lerner “Mujer contra mujer” también interpretada por Mecano aquí en España, fueron coreadas al unísono por un público obnubilado.

Luego llegó un solo de guitarra, digno de admirar del músico uruguayo Beto Bob Fassani, que se coló entre las melodías románticas y dio un respiro necesario para tanta nostalgia y melancolía.

Claramente, no podía faltar la eterna, “Puerto Pollensa” que relata una historia de amor apasionada, en ese paradisíaco rincón de Palma de Mallorca. Canción que aterrizó con un inesperado prefacio. “Tengo que contarles que no se trata de mi historia de amor y que yo no conocía Puerto Pollensa cuando empecé a cantarla en 1982” -reveló para decepción de sus seguidores, Sandra Mihanovich- “Pero después de mucho tiempo, un día me dije a mi misma, que tenía que conocer ese lugar. Y en 2014 vine con mi amor y otra pareja, nos trepamos a un ferry en Valencia  y llegamos a Palma de Mallorca bien temprano a las 6 de la mañana; luego anduvimos por un caminito de tierra y llegamos en el momento soñado del amanecer en Puerto Pollensa”

Muy cerca del final, haciendo vibrar hasta el aire con su energía, llegó “Soy lo que soy”, una canción en la cual Sandra deja el alma y que ya es un himno por la lucha de la libertad y la identidad. Luego, en el bis, eligió “Honrar la vida” de la gran compositora Eladia Blázquez, con palabras que quedaron selladas en el remordimiento como “Merecer la vida no es callar y consentir tantas injusticias repetidas”.

Para desencanto de muchos la noche empezó a caer con el gusto amargo de la despedida que nadie quería, y el momento mágico se cerró con la maravillosa canción “María, María”, con toda su gente coreando al unísono y con una ovación enorme, que se convirtió en un eterno agradecimiento a la gran artista, pero sobre todo a la gran mujer que lleva tatuada la palabra gracias, no solo en su brazo derecho, sino también en cada palabra entrañable de las canciones que brinda.

Por Verónica Janowicz para “Málaga al Día” – 01.10.2025
Fotos: Leandro Nuñez


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